A partir del próximo día 19 de este mes de mayo, comenzará el período de veda del pulpo gallego por lo que las 1252 embarcaciones que lo capturan mediante nasas ya no podrán capturarlo hasta el día 3 de julio. Hasta el día 19 podrás adquirir pulpo fresco gallego en nuestra pescadería online, y en todo caso siempre podrás adquirir pulpo congelado, que en el caso de ser suministrado por Fresco y del Mar, es de origen gallego.
La veda del pulpo gallego
Con el inicio de la veda, las nasas deberán ser retiradas del mar. Actualmente existe un gran control sobre las nasas, ya que cada una debe llevar una etiqueta, que la asocia a cada embarcación (está limitado el número de nasas por embarcación). Además se deben colocar en un determinado orden en el cabo (riceiro) que une las nasas, y este cabo debe estar marcado con una boya que se identifica con un chip.
Toda estas medidas de control se realizan para garantizar que no se recoge más pulpo que el autorizado por la administración pesquera, que limita durante la campaña a un tope diario de por persona de 50 kg de pulpo, y los tres primieros meses reduce el límite hasta los 30 kg por persona.
La necesidad de las vedas
Esta veda del pulpo tiene una duración de 45 días, y a algunas cofradías les parece un plazo excesivo, ya que supone para ellos muchos días sin faenar, o dedicarse a otras especies, pues muchos pescadores optan por amarrar sus embarcaciones durante la veda. Sin embargo la realidad es que las vedas, los límites de capturas, y la prohibición de capturar individuos inferiores a una determinada talla, son absolutamente imprescindibles para permitir que las especies se reproduzcan, y además se requiera un menor esfuerzo pesquero para conseguir las mismas capturas. Consecuentemente con ello, las administraciones pesqueras deberían potenciar aquellos artes de pesca menos agresivos, y que menos impactan en el medio ambiente marino, tales como las artes de pesca pasivas.
Sostenibilidad pesquera
Tenemos que ser plenamente conscientes que la sostenibilidad pesquera solo se conseguirá manteniendo en el mar unas poblaciones suficientes que generen la biomasa que se puede explotar. El problema está en que si se superan las capturas, y se reducen las poblaciones, cada vez costará más capturar esa biomasa por lo que el esfuerzo pesquero, y su coste, será cada vez mayor para capturar cada vez menos ejemplares.
Joaquín Alvarez Portela