Los descartes, asunto sobre el que ya hemos escrito en nuestro blog, deben ser reducidos al mínimo o mejor eliminados, para que podamos hablar de pesca sostenible.
Los descartes, como sabéis, es la práctica de devolver al mar todas aquellas capturas realizadas en la actividad pesquera, y que no son deseadas, bien sean porque no alcanzan las tallas mínimas, porque el pescador que las realiza no dispone de cuota, o por determinadas normas de composición de capturas. El problema es que lo que se devuelve al mar en la gran mayoría de los casos no está vivo, o está moribundo, sin posibilidades de sobrevivir, con lo que el daño al medio marino está hecho.
La Política Pesquera Común (PPC), obliga al desembarco de todo lo capturado, y fija un horizonte temporal para alcanzarlo (entre el 2015 y el 2019), para toda la pesca comercial y en aguas europeas. Todo lo capturado deberá ser desembarcado, deducirse de las cuotas, y aquellos individuos que no alcancen las tallas mínimas no podrán comercializarse para consumo humano, y todo ello la Comisión Europea lo hace para que los expertos puedan identificar que artes de pesca producen más descartes, así como para mejorar la selectividad pesquera en cuanto a redes y otros útiles empleados en la práctica pesquera.
No todos los artes de pesca son lo mismo
Otro asunto fundamental a tener en cuenta es que no todas las artes pesqueras producen los mismos descartes. El arrastre, una de las artes de pesca más lesivas para el medio ambiente marino, produce unos descartes que alcanzan el 40 % en pesquerías como el rape o la merluza, y alcanza el 90 % en el langostino, porcentajes claramente inadmisibles desde el punto de vista de la sostenibilidad pesquera.
Dos tipos de descartes
Tenemos que considerar que hay dos tipos de descartes, los sujetos a TACS y cuotas, y los no sujetos a TACS y cuotas. Los primeros afectan a especies sujetas a límites de captura, y se prohíbe la comercialización de las capturas que superan esos límites. Los segundos son descartes de especies que se pescan de forma accidental, carecen de interés comercial, por lo que tampoco tienen interés para los pescadores, y este desinterés en muchos casos es debido a la falta de conocimiento de esas especies.
Para disminuir el primer tipo de descarte comentado, la solución es el empleo de artes de pesca selectiva, de tal manera que se disminuyan o eliminen los descartes. Actualmente el pescado descartado se emplea para la fabricación de harinas de pescado, y no se destinan al consumo humano directo. En cuanto a que se puede hacer para disminuir el segundo tipo de descarte, el esfuerzo se debe hacer para promocionar esas especies que son pescadas y no tienen demanda comercial, de tal manera que sean conocidas y valoradas por el consumidor.
Desde pescadería online 'Fresco y del Mar' entendemos que cuotas pesqueras debe haber, además de otras muchas normas que regulen la actividad pesquera, y que esas normas deben tener en cuenta la sostenibilidad pesquera. Actualmente hay grandes problemas con la distribución de cuotas pesqueras, en relación con la sostenibilidad, y es que nos encontramos con que para determinadas especies, artes pesqueras como el arrastre, claramente lesivas al medio ambiente marino, tienen más cuota pesquera que la pesca artesanal, selectiva y que está en la dirección de la sostenibilidad.
Joaquín Alvarez Portela