Otra vez pesca ilegal
El pasado día 19 de este mes hemos podido ver en los medios de comunicación otra noticia relacionda con la pesca ilegal, pero esta vez no se trataba de pescado procedente de otros países y que llega al nuestro carente de las correspondientes guías de transporte, y sin ningún tipo de documento, como era el caso de la noticia que recogíamos en el artículo publicado en este blog el pasado 14 de este mes. En este caso la noticia es el hundimiento por parte del gobierno de Indonesia de un barco apresado por dedicarse a la pesca ilegal.
El gobierno de Indonesia realizó el pasado día 18 la voladura de un pesquero dedicado a la pesca ilegal, en aguas próximas a la isla Lemukutan. Esta no es la primera vez que el gobierno de Indonesia realiza acciones similares, ya que, incluyendo esta voladura, ha realizado otros 33 hundimientos de barcos dedicados a la pesca ilegal procedentes de Tailandia, Vietnam, Filipinas, Malasia y de su propio país.
Otra vez queremos llamar la atención desde nuestro blog en contra de la pesca ilegal. Esta pesca, que hemos tachado como la lacra del océano, es especialmente destructiva de los ecosistemas marinos debido a que no respeta nada. No respeta las especies protegidas, ni las zonas donde no está permitida la pesca, ni las vedas, ni las tallas mínimas, emplea artes de pesca destructivas de los ecosistemas, no es selectiva...
El culpable de esta actividad es el egoísmo de ciertos individuos que quieren lucrarse a expensas de destruir cualquier ecosistema. Por ello las autoridades deben ser implacables contra estas empresas e individuos. Y como decíamos en el post del pasado 14 de agosto, cada uno de nosotros podemos realizar acciones en contra de dicha pesca ilegal. Acciones como rechazar cualquier pescado o marisco que no conozcamos su procedencia, que esté en época de veda o que no cumpla con la tallas mínimas permitidas. También nos gustaría que las autoridades de todos los países se pusiesen de acuerdo en luchar contra esta actividad ilegal, de tal manera que los indeseables que la practican no pueda buscar países con legislaciones más laxas y seguir lucrándose a expensas de devastar nuestros océanos.
Joaquín Alvarez Portela