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Bateas de mejillón en Galicia

Las bateas de mejillón en Galicia son estructuras flotantes destinadas a su cría, aunque también existen bateas que se destinan para otras especies tales como las ostras. En este artículo nos centraremos en las destinadas al mejillón.

Historia

El cultivo del mejillón comenzó en el siglo XIX, pero no es hasta las primeras décadas del siglo XX cuando se intensifica su cultivo en cercados o estacas. La miticultura, que es así como se denomina al cultivo del mejillón en bateas, no comienza hasta los años 40, cambiándose el sistema del sistema comentado al de cuerdas suspendidas desde una plataforma flotante.

La primara batea se fondeó en la ría de Arosa en el año 1945, y contaba con un flotador único de madera, que soportaba el entramado del que colgaban las cuerdas. Esta experiencia tuvo un resultado muy positivo, por lo que al año siguiente se fondearon más bateas en la misma ría. En 1949 llegaron las bateas a la ría de Vigo, y posteriormente a las rías de Pontevedra, Sada y finalmente a la ría de Muros.

Importancia de su actividad

El censo actual de bateas en Galicia es de aproximadamente 3 300 , y actualmente la Xunta de Galica no concede nuevas autorizaciones para estas estructuras. Las concesiones están muy repartidas, existiendo un elevado índice de dispersión de propiedad, generando numerosos puestos de trabajo tanto directos como indirectos en el sector conservero.

Como son las bateas

Como podéis ver en las fotos adjuntas, hay un entramado de madera de eucalipto de forma rectangular, y cuya superficie suele ser de unos 550 metros cuadrados, siendo su lado mayor de 27 metros de longitud. Debajo de esta superficie se disponen unos flotadores que suelen ser de acero recubiertos de poliéster reforzado con fibra de vidrio, o propiamente de poliéster reforzado con fibra de vidrio.

Batea en la ría Batea en la ría
Batea en la ría, observa las cuerdas suspendidas de la estructura Batea en la ría, observa las cuerdas suspendidas de la estructura

Para evitar el movimiento de las bateas, éstas se sujetan al fondo mediante pesadas cadenas de acero. Del entramado de madera cuelgan cuerdas de nylon de unos tres centímetros de grosor y de una longitud de entre diez y doce metros, que es donde se fija el mejillón y crece. El número de cuerdas por batea está limitado a quinientas unidades, para así mejorar su crecimiento.

Las labores que se realizan en las bateas

Os dejamos este magnífico vídeo donde se puede ver con todo detalle las labores realizadas en las bateas, y recuerda que en la web de  Fresco y del Mar podrás encontrar el mejor mejillón de Galicia.

 

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